12/3/16

El mensaje de Jesús fue revolucionario en su momento y lo sigue siendo ahora. La predicación de Jesús fue, y aún lo es: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. Sus palabras tienen todo el poder de hace 2000 años.


Y aunque el tiempo ha pasado, la fórmula de salvación está intacta. Quien salva no se ha cansado de salvar, y el camino sigue siendo el mismo: creer en el evangelio.
El anuncio de Jesús señala el tiempo de salvación, y señala la llegada del reino de Dios. También pide a sus oyentes arrepentimiento y fe.


Era necesario dar vuelta al camino, recapacitar y regresar. Seguir con la vida que llevaban no es acorde con el reino de Dios ni con el tiempo que vivían. Debían cambiar.


También Jeśus pide fe. Creer. Y es la fe lo que le da sentido a lo que no tiene sentido. Es necesario estar seguro de lo que Jesús decía, hacía, y era; de lo contrario todo habría sido inútil.


En el plan de salvación, la fe sigue siendo fundamental. El mensaje no ha cambiado. No hay porcentajes entre buenos actos y fe. Solo quienes creen son los que evidencian en su vida la salvación.


El heroísmo del ser humano no está en lograr la salvación, está en creer que lo que Jeśus hizo en la cruz, en la tumba, y fuera de la tumba, es más que suficiente para recibir el regalo de la vida eterna.


Muchos años después el apóstol pablo lo diría así: Por gracia sois salvos, por medio de fe.

Sé un héroe de la fe. Cree en él. Cree en el evangelio. Entra al reino de Dios y disfruta de las bendiciones de vivir como vive un salvo. ¿Qué tienes que hacer? Creer. Regresa de tu camino, arrepiéntete, y entrega a él tu vida. Entonces disfrutarás la salvación.



Imagen de cecilia masiero Tomada de: https://www.flickr.com

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