12/3/16





Si Daniel estuviera en nuestra época sería uno de los cristianos más preparados: políglota, estudiado, inteligente, con un coeficiente intelectual superior al resto de la iglesia. Si Pablo estuviera en nuestra época tendría un doctorado, por lo menos.

En los planes de Dios está nuestro desarrollo intelectual. La Biblia no contradice el conocimiento, antes anima a adquirirlo.

Lo que la Biblia también dice es que el conocimiento por el conocimiento envanece. En cambio, es el amor, con conocimiento, el que edifica.

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