2/7/16

Hoy comunicarnos con otros nos parece algo sencillo gracias a la tecnología. Quienes pasan de los 50 años recordarán que hace tan sólo unas décadas tener un teléfono era un lujo de pocos. Y hacer una llamada fuera del país era una hazaña. Hoy llamar es tan sencillo como tocar dos botones.

La comunicación entre Dios y el ser humano también ha cambiado.Por su voluntad hoy es directa, precisa, puntual, pero no siempre fue así. El profeta cumplió un papel muy importante. Era la voz de Dios, el indicador de su designio. Su mensaje solía afligir a los acomodados, y acomodar a los afligidos, como lo diría un escritor.

Moisés, Samuel, Natán, Elías, Eliseo, Isaías, Daniel, Jeremías, Habacuc, Amós, Oseas, y hasta el mismo Jonas tuvieron en sus labios un mensaje de Dios para el pueblo o para sus gobernantes. Su mensaje iniciaba: “Dios ha dicho”, dejando claro que no eran sus palabras o el resultado de su imaginación, sino que era la revelación directa de Dios.

Unos escuchan al profeta y guardaban las palabras como tesoro, así lo hizo la viuda que creyó en la palabras de Elías; otros se daban cuenta de su pecado como David al escuchar a Natán; y otros intentaban matar al profeta como el rey Joaquím a Jeremías. Pero siempre,la palabra del profeta generó un efecto en el oyente.

Dios en su misericordia tuvo a bien usar hombres de carne y hueso, con dudas, miedos, necesidades, talentos, y habilidades para que le prestarán su voz para emitir un mensaje de esperanza. Y ellos son hoy ejemplo de servicio a Dios. Su vida estuvo centrada en ser puente comunicativo entre Dios y el hombre.

La tarea del profeta fue usada por Dios en un periodo histórico determinado. Hoy, la Biblia es la palabra de Dios para nosotros. La voz fue reemplazada por el texto. Pero la intención comunicativa de Dios es la misma: que tengamos un encuentro personal con él. ¿Obedeces la voz de Dios? ¿Haces su voluntad? ¿Encuentras en su palabra una esperanza?

Dios ha hablado. Lo ha hecho desde siempre, y espera tu respuesta. Guarda silencio por un momento y escucha su voz, pero sobre todo haz lo que él te dice. La obediencia es mejor que los sacrificios. Dios tiene un mensaje para tí. Elige escucharlo y obedecerlo.

John Anzola

Fotografía  Paula Fernández Tomada de: https://www.flickr.com/

0 comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario. No olvides dejar tu correo electrónico.